We are searching data for your request:
Cómo reinventar un salón con presupuesto cero. En tiempos de crisis, puede ser la solución para darle un aire nuevo a su hogar.
Si las paredes son lisas, cambiarlas añadiendo dibujos estampados. Además, una mesa de centro en el medio de la habitación limita el paso de las personas y la distribución del resto de los muebles.
Con un presupuesto cero, ¿sería posible dar un aire nuevo al salón, cambiando simplemente de sitio lo que ya tenemos?
Según la decoradora de interiores Melinda Ashton Turner, lo primero que hay que hacer es deshacerse de la mesa de centro. Por lo visto, poner una mesa de centro grande en el medio de la habitación es un error común, al convertir un trozo de madera poco manejable en un punto focal; la mesa acaba siendo un cúmulo de basura y limita el paso de las personas y las posibilidades de colocación del resto del mobiliario. En su lugar, una alfombra de gran tamaño hará que la habitación parezca mucho más cálida. Solo hay que asegurarse de colocarla de forma adecuada (con el borde de la alfombra metido bajo el frente del sofá, con el fin de crear una “atractiva isla” en torno a la cual reunir el resto de piezas).
Una vez eliminada la mesa de centro, solo es cuestión de mover los muebles. Por ejemplo, colocar los dos sofás de piel más próximos entre sí (esperando por una gran alfombra imaginaria) y uno frente al otro, para que la habitación parezca más acogedora.
Lo siguiente es mover la vitrina, desde su posición inicial en un hueco de la cara más alejada de la habitación, donde siempre ha parecido un poco perdida, hasta la pared que está junto al sofá. De este modo parece una compra intencionada, en lugar de una adición al azar. En el hueco ahora vacío irá la lámpara de pie, de modo que la luz rebote contra las paredes. Así puede parecer que se desperdicia un hueco, pero el hueco vacío queda bien.
A continuación se plantean un par de debates sobre el hogar: uno sobre estanterías versus estantes empotrados (estos últimos proporcionan mucho más espacio); y otro sobre el largo de las cortinas (hasta el suelo, por favor).
Retirar unos cuantos libros de la estantería y rellenar el espacio con algunas piezas decorativas previamente guardadas en la vitrina aligera la habitación y rompe en medio de tanto papel.
Con un toque final, se crea un aparador trayendo un pequeño aparador de la cocina (que combina con el del salón). Encima, el espejo refleja ahora el parque que hay enfrente, en lugar de una pared blanca. Un cuadro en continuo cambio, señala Ashton Turner. Simple y totalmente gratis.
Fuente: The Guardian Lifestyle
Lecturas relacionadas
Copyright By qfojo.net
Lo siento, pero creo que te equivocas. Estoy seguro. Puedo defender mi posición.
Absolutamente de acuerdo contigo. En él, algo es también para mí, parece que es un pensamiento excelente. Completamente contigo, estaré de acuerdo.
No me doy cuenta
el pensamiento notable
Lo siento, esta opción no me conviene. ¿Quién más puede sugerir?